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Carrito

Muerte al dragón

He visto a un dragón morir

entre mis manos.
Dejó de respirar y de escupir
su llama
atronadora
sin resistirse.
Se dejó ir.
Hacía tiempo ya que lo esperaba.
Decidió no mirarme,
cerró los ojos
para no reprocharme
que había fallado
yo,
que prometí cuidarle
toda la vida.
Ayer maté a un dragón.
Lo estrangulé
con estas mismas manos
que le pidieron más
y luego más
y nunca recibieron suficiente.
Me fui a la cama exhausta
(no se mata a un dragón todos los días).
Pero hoy al despertar
he tropezado
con un cascarón gigante
que latía
a los pies de mi conciencia,
donde no alcanzo.
No podía ser tan fácil…
Vuelvo a dejarlo todo
(que cada vez es menos)
por cuidarle.
No puedo no entregarme.
Me necesita.
Sólo depende de mí
que viva
o no.

He visto a un dragón morir entre mis manos. Dejó de respirar y de escupir su llamaatronadora sin resistirse. Se dejó ir. Hacía tiempo ya que lo esperaba. Decidió no mirarme, cerró los ojos para no reprocharme que había fallado yo, que prometí cuidarle toda la vida. Ayer maté a un dragón. Lo estrangulé con […]