Huecos
A veces algo pequeño se hace un hueco en nuestra vida, y casi sin darnos cuenta, crece y crece. Un día nos despertamos y ¡voilà! Es tan enorme… Como cuando plantamos lentejas en el cole y un buen día, al correr al quicio de la ventana, vemos que lo que al principio era una semilla sin vida, ahora está latiendo fuerte y ramifica.
Incluso cuando no late, cuando se muere, queda el hueco ya vacío, eco, eco,
pero queda.
Sale en las radiografías, aunque no exista manera de extirparlo.
Sólo queda acostumbrarse, resignarse a vivir con un hueco muerto dentro, al que se mira de vez en cuando, como el que se cuenta los lunares, y entender que también forma parte de uno mismo.
Que los huecos no se arrancan, que no menguan, que permanecen allí donde un día cualquiera y sin querer, le hiciste sitio; Que son nuestros para siempre.
Sólo queda decidir si queremos pensar que nos vacían,
o preferimos soñar que, aun muertos, llenan.
A veces algo pequeño se hace un hueco en nuestra vida, y casi sin darnos cuenta, crece y crece. Un día nos despertamos y ¡voilà! Es tan enorme… Como cuando plantamos lentejas en el cole y un buen día, al correr al quicio de la ventana, vemos que lo que al principio era una semilla […]
2 comentarios en “Huecos”
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Muy bueno. La verdad, los huecos siempre llenan. Son experiencias, energias que fluyen a traves nuestro.
Nos toca hacer de conversor y de lo malo, siempre generar lo bueno.
Gracias anónimo. Yo también pienso que los huecos siempre llenan y que nos toca aprender y transformarlos.
Gracias otra vez por estar ahí.